América Latina se ha convertido en una de las regiones en la que más se vulnera el derecho a defender los DDHH en el mundo, países como Colombia, México o Brasil figuran en los en los primeros lugares de asesinatos de liderazgos ambientalistas tal y como lo señalan los informes anuales de Global Witness, para solamente ilustrar con un ejemplo. Adicionalmente las dinámicas de protesta social en la región latinoamericana se vienen presentando de manera recurrente en distintos países y la respuesta estatal suele privilegiar la represión sobre el diálogo y en ese marco quienes defienden los derechos de los manifestantes y el derecho a la protesta social ven incrementados sus riesgos.
Frente a esta situación que tiene repercusiones profundas en la generación de un espacio cívico habilitante para la defensa integral de los derechos humanos, el nodo de prevención y protección en el marco del presente proyecto se orienta a:
Fortalecimiento de las capacidades de las organizaciones sobre la temática y su importancia para el desarrollo de sus procesos organizativos y de defensa de derechos con enfoque de género y étnico y la incorporación de la perspectiva psicosocial como parte integral de iniciativas propias de protección (diplomado).
Elaboración de análisis y propuestas en torno a temas relevantes y ligados con los contextos de los países en materia de protección (artículos para la plataforma).
Modalidades de protección directa para personas en riesgo: ayudas humanitarias y pasantías nacionales y apoyo a iniciativas de protección colectiva, por demanda.
Hablar de garantías al ejercicio de la labor de defensa de los derechos humanos ofrece una mirada más integral de la protección en correspondencia con las obligaciones estatales que debe orientar la formulación de las políticas públicas sobre el derecho a defender los derechos humanos e incorpora cuatro dimensiones: prevención, protección, investigación, judicialización y sanción y garantías de no repetición.