En el vasto paisaje colombiano, la Confluencia de Mujeres para la Acción Pública se alza como un faro de resistencia feminista, extendiendo su influencia en siete departamentos: Antioquia, Atlántico, Huila, Guaviare, Barrancabermeja del Magdalena Medio, Quindío y Valle del Cauca. Esta fundación, arraigada en la realidad diversa de Colombia, abraza una misión clara: contribuir a la garantía de los derechos humanos de mujeres urbanas, campesinas, indígenas, afrodescendientes y diversas en género, todo ello en pro de la construcción de una paz inclusiva con justicia social.

En el Magdalena Medio, específicamente en Barrancabermeja, la Confluencia ha destacado su compromiso con la acción pública, la incidencia institucional y la formación política. Más allá de estas iniciativas, se ha embarcado en la tarea audaz de forjar una economía propia antihegemónica, desafiando las convenciones establecidas y apostando por un camino de autonomía.

En un diálogo revelador, la Confluencia comparte su conexión con el Programa Somos Defensores (PSD) en el marco del proyecto CRES – “Juntando fuerzas y voces por la defensa de las libertades fundamentales y la democracia en América Latina”. La relación se fundamenta en el reconocimiento del PSD por su destacada labor en los procesos de protección y autoprotección, lo que ha brindado a la Confluencia la oportunidad invaluable de fortalecerse en Barrancabermeja y el Magdalena Medio. Este proceso de articulación ha consolidado una red de organizaciones comprometidas con la defensa de los derechos de las mujeres.

En el ámbito de la protección, la Confluencia no solo ha emprendido acciones individuales, sino que organizó un encuentro regional con mujeres de Barrancabermeja y el Magdalena Medio con el apoyo del proyecto CRES. Este evento integral abordó diversas herramientas de protección y autocuidado, proporcionando un espacio único para compartir experiencias, identificar violencias y trazar estrategias colectivas.

En este espacio, las participantes pudieron compartir vivencias personales, identificar los tipos de violencias a los que están expuestas como lideresas sociales y reflexionar sobre cómo estas violencias afectan de manera individual y colectiva. Se llevó a cabo un taller completo que incluyó un diagnóstico inicial a través de una cartografía social, donde se revisó cómo la violencia impacta en el cuerpo de las mujeres y en sus territorios.

Además de las actividades de reflexión, se desarrolló un momento de meditación y autocuidado, y se entregaron kits con herramientas que permitieron reforzar el proceso de autocuidado individual y colectivo dentro de las organizaciones.

Si bien los desafíos persisten, desde la amenaza paramilitar en el Magdalena Medio hasta el preocupante aumento de feminicidios, la Confluencia se destaca por su resiliencia y adaptabilidad. La llegada de un nuevo gobierno local plantea nuevos retos, pero también oportunidades para la defensa de derechos fundamentales.

Más allá de las adversidades, la Confluencia no solo se distingue por sus logros tangibles, sino por una trayectoria que cuenta la historia de mujeres intrépidas cuya perseverancia y determinación han dejado una huella en la construcción de un futuro caracterizado por la equidad en pro de los derechos de las mujeres. Su legado no se limita a procesos momentáneos; es un testimonio vivo que trasciende el tiempo, destacando no solo lo que han alcanzado, sino la esencia misma de su compromiso duradero con la justicia y la igualdad en sus territorios.

En cada palabra y acción, la Confluencia teje un relato de empoderamiento que resuena más allá de las fronteras, recordándonos que la fuerza de las mujeres trasciende el tiempo y el espacio. Su narrativa es un reflejo de la diversidad y la fuerza que define a Colombia, y su compromiso sigue siendo un faro de esperanza en el camino hacia la igualdad y la justicia.

*Para conocer más sobre el proceso de solicitud de la Confluencia de Mujeres para la Acción Pública, Consultar:

https://www.facebook.com/LaConflu/?locale=es_LA

Nota: la Confluencia de Mujeres para la Acción Pública es uno de los procesos organizativos que ha recibido apoyo para la protección colectiva de parte de Programa Somos Defensores y el Proyecto CRES, financiado por la Unión Europea.